El próximo 5 de julio, la ciudadanía dominicana celebrará elecciones generales extraordinarias para la escogencia del Presidente de la República y su Vicepresidenta, así como los senadores y diputados de cada provincia. En Pax Dominicana hemos recibido una alta cantidad de consultas de ciudadanos que profesan la fe católica y cristianos en general, sobre cuáles criterios sociopolíticos deben utilizar a la hora de ejercer su derecho al voto.

Antes que todo, es importante aclarar que la Iglesia Católica en República Dominicana no tiene costumbre de apoyar expresamente a partidos políticos y candidatos. Sin embargo, en varias ocasiones y en base a las enseñanzas plasmadas tanto en el Catecismo como en las encíclicas sociales de los Papas, ha orientado a la población de forma general sobre los criterios básicos para ejercer cristianamente el derecho a elegir y ser elegido.

La Fundación Pax Dominicana ofrece a toda la ciudadanía una guía breve y precisa para votar con criterios cristianos adaptados al contexto de la República Dominicana:

  • RESPONSABILIDAD CIUDADANA: Es un imperativo moral de todo cristiano ser partícipe de las decisiones públicas, llevando siempre la bandera del bien común y la dignidad de las personas. Por lo tanto, el cristiano no puede ignorar sus deberes cívicos: debe ejercer el derecho al voto con responsabilidad. “Dad al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios” sentenció Jesús al ser cuestionado sobre las obligaciones civiles.
  • DEFENSA DE LA VIDA: El quinto mandamiento de Dios dice “no matarás” y la Constitución de la República protege la vida humana “desde la concepción”. El votante cristiano está llamado a votar por aquellas propuestas políticas que claramente defiendan el derecho de todos a nacer, y al mismo tiempo rechacen el aborto y las torturas.
  • DEFENSA DE LA FAMILIA: El matrimonio entre un hombre y una mujer es el fundamento de la familia. La doctrina social cristiana considera un elemento innegociable la defensa de la familia tradicional. El votante cristiano debe apoyar a los partidos políticos y candidatos que defiendan la familia y el matrimonio heterosexual de todo discurso o ataque contra ellos.
  • DEFENSA DE LA PATRIA: El cuarto mandamiento de Dios dispone “honrarás a tu padre y a tu madre”. San Juan Pablo II nos enseñó que el cuarto mandamiento abarca también honrar a nuestros antepasados y la historia colectiva que nos han legado. Si bien es cierto que el cristiano tiene una vocación de amor universal, no menos cierto es que el cristiano también ha de proteger la identidad, cultura y símbolos de su país, no como expresión de egoísmo sino como expresión de amor a los dones de Dios. La diversidad de naciones del mundo existe y seguirá existiendo por la voluntad del Creador, por lo tanto el votante cristiano no puede ser cómplice de aquellos que están «acordes en sus ideas de destruir la nacionalidad, aunque para ello sea preciso aniquilar la nación entera» (Juan Pablo Duarte).
  • DEFENSA DE LA LIBERTAD: Tanto el libro del Génesis (dignidad del hombre creado a imagen de Dios) como el libro del Éxodo (liberación del pueblo de Israel de la esclavitud de Egipto) nos enseñan que el cristianismo es la principal amenaza a los regímenes autoritarios y totalitarios, tanto de derechas como de izquierdas. No es casualidad que el nazismo, el comunismo, el islamismo radical y la creciente dictadura del pensamiento único progresista hayan perseguido y siguen persiguiendo ferozmente a los cristianos. El votante cristiano debe siempre negarle su voto a todos aquellos candidatos y partidos que ataquen las libertades públicas e individuales.
  • OPCIÓN PREFERENCIAL POR LOS POBRES: En el Sermón de la Montaña y en diversos pasajes tanto del antiguo como del nuevo testamento, la preferencia por los pobres y la justicia social es un signo distintivo de Dios. El Señor abomina de las injusticias y las estructuras de pecado social del hombre. El cristiano ha de tener la sabiduría para detectar cuándo un candidato o partido político instrumentaliza demagógicamente las miserias socioeconómicas de la gente y así favorecer a aquellas propuestas políticas que abordan el tema con seriedad y razonabilidad.
  • DEFENSA DEL ORDEN Y LA INSTITUCIONALIDAD: El sexto mandamiento (no cometerás actos impuros), el séptimo (no robarás); el octavo (no darás falso testimonio ni mentirás) y el décimo (no codiciarás los bienes ajenos); señalan que el cristiano es un enemigo de la corrupción y un abanderado de la transparencia pública y la rendición de cuentas. El cristiano debe apoyar a aquellos candidatos que puedan demostrar el origen lícito de su patrimonio y, si esos candidatos tienen experiencia pública, puedan demostrar su accionar conforme a la Ley y la justicia.
  • DEFENSA DE LA CREACIÓN DE DIOS: El libro del Génesis nos recuerda que es nuestra responsabilidad trabajar y cuidar de la creación. El votante cristiano es un fiero defensor del medio ambiente y los recursos naturales. Por lo tanto, está llamado a apoyar a aquellas propuestas políticas caracterizadas por la defensa de la biodiversidad y el desarrollo sostenible.
  • PREFERENCIA POR LOS SABIOS: Las Sagradas Escrituras nos enseñan que de alguna u otra forma el poder político también tiene un origen en la voluntad del Creador. Los casos de Moisés, los Ancianos de Israel, José de Egipto, el Rey David y, especialmente el Rey Salomón, nos dicen que el Señor se complace en gobernantes caracterizados por la sabiduría de su pensamiento y la justicia de sus actos. El cristiano está llamado a preferir a aquellos candidatos y partidos políticos caracterizados por su formación e idoneidad, tanto intelectual como humana, para el ejercicio del servicio público.

Exhortamos a todos los ciudadanos, cristianos o no, a ejercer sus derechos y deberes cívicos con conciencia y responsabilidad. También a tomar las medidas necesarias para que dicho ejercicio sea seguro y pacífico en todo el país.

¡La democracia debe prevalecer!